Cómo saber si su cliente está afectado por distonía cervical: Información vital para los terapeutas

perfil-imagen
Joaquin Farias PHD, MA, MS

Este post ayuda a los terapeutas a identificar si sus clientes pueden estar afectados por la enfermedad neurológica conocida como distonía cervical. Explora los signos y síntomas clave, lo que permite a los terapeutas proporcionar una atención más precisa y eficaz a sus clientes.

 

Si su cliente experimenta tensión en el cuello, junto con tirones inesperados, espasmos musculares, molestias, dolor o temblores, este artículo puede ayudarle a determinar la causa subyacente de sus síntomas y orientarle para encontrar las opciones de tratamiento más eficaces.

Si la tensión cervical de su cliente persiste más allá de la duración prevista de la terapia, si sus síntomas empeoran con el tratamiento y si descubre que los enfoques convencionales para la tensión muscular, como la fisioterapia, los cuidados quiroprácticos o la osteopatía, no son eficaces, es crucial considerar la posibilidad de una afección neurológica.

La distonía cervical es un trastorno neurológico del movimiento caracterizado por tensión en el cuello, sensación de tirantez en el cuello, dolor de hombros y movimientos involuntarios del cuello. Por desgracia, la mayoría de los pacientes buscan ayuda profesional cuando aparecen los primeros síntomas, pero los terapeutas suelen tratar estos síntomas como problemas estructurales o musculares sin reconocer la causa neurológica de fondo.

Un diagnóstico erróneo puede llevar a los pacientes a invertir tiempo y dinero en tratamientos que no se adaptan a sus necesidades, lo que provoca frustración y una sensación de desesperanza. En 2023, el retraso medio para que un paciente con distonía cervical reciba un diagnóstico adecuado e inicie la neurorrehabilitación es de la asombrosa cifra de 10 años.

Los terapeutas tienen la oportunidad de marcar la diferencia aprendiendo a identificar los síntomas iniciales de la distonía cervical y remitiendo a los clientes a neurólogos para un diagnóstico precoz y protocolos específicos de neurorrehabilitación.

Cómo determinar si los síntomas cervicales de su cliente son neurológicos o musculares

Tensión muscular del cuello:

  • Los clientes experimentarán alivio tras una sesión de masaje.
  • Las sesiones de fisioterapia reducirán los síntomas, aliviando el dolor y mejorando la movilidad que persiste después de la sesión. Estas mejoras perdurarán, y los clientes se sentirán gradualmente mejor a lo largo de unas semanas.
  • Los estiramientos reducen eficazmente la tensión muscular.
  • La tensión muscular se mantendrá relativamente estable a lo largo del día, con fluctuaciones mínimas.
  • Los clientes sólo experimentarán tensión muscular sin síntomas adicionales como temblores, náuseas, migrañas, mareos o fatiga.
  • Los clientes pueden sentir tensión en el cuello, pero no mostrarán tirones o movimientos involuntarios.
  • La tensión no interferirá con el equilibrio ni con la marcha.

Tensión neurológica del cuello relacionada con la distonía cervical:

  • Los clientes pueden experimentar un alivio temporal tras una sesión de masaje, pero durará poco, a veces sólo unos minutos.
  • La fisioterapia convencional puede exacerbar los síntomas, aumentando el dolor sin mejorar la movilidad. Las sesiones semanales de fisioterapia durante seis semanas pueden no producir ninguna mejoría e incluso empeorar los síntomas, lo que indica la necesidad de consultar a un neurólogo.
  • Los estiramientos no alivian la tensión y pueden agravar los tirones si no se realizan correctamente.
  • La tensión muscular fluctuará a lo largo del día, pudiendo empeorar los síntomas en público, durante periodos de estrés, sueño inadecuado y mejorando cuando se está solo, bailando, relajándose o después de consumir alcohol.
  • Los clientes pueden presentar síntomas neurológicos adicionales, como temblores, náuseas, migrañas, mareos, fatiga y problemas de visión.
  • Los clientes pueden experimentar tirones en el cuello hacia la derecha o la izquierda, el cuello fijo en una posición y la incapacidad de cambiarla voluntariamente. También puede haber dolor de cuello y hombros, así como tensión. Pueden manifestarse temblores repentinos, sacudidas y contracciones del cuello durante el día.
  • Los síntomas pueden comenzar como una tensión leve en el cuello y empeorar progresivamente, dando lugar a posturas fijas, espasmos cervicales y movimientos involuntarios del cuello o los hombros.
  • La aparición de los síntomas puede coincidir con periodos de agotamiento, estrés, traumas emocionales, intervenciones quirúrgicas, conmociones cerebrales leves, recuperación tras el AVC-19, infecciones o el inicio de nuevos medicamentos (por ejemplo, antidepresivos, antipsicóticos).

En busca de un diagnóstico adecuado en la consulta del neurólogo

El diagnóstico adecuado es crucial porque diversas afecciones neurológicas pueden causar tensión muscular en el cuello. Si sospecha que padece distonía cervical basándose en estos síntomas, es esencial que se someta rápidamente a una evaluación médica. Los neurólogos y especialistas en trastornos del movimiento suelen participar en el proceso de diagnóstico, realizando un examen exhaustivo, revisando el historial médico y realizando pruebas neurológicas. Un diagnóstico preciso es el primer paso para recibir el tratamiento adecuado, ya que un diagnóstico erróneo puede causar un estrés considerable y retrasar la eficacia de los cuidados.

¿Cuáles son las causas de las contracciones involuntarias del cuello?

La distonía cervical, caracterizada por contracciones musculares involuntarias en el cuello, provoca tensión y dificultad para relajarse, lo que da lugar a movimientos anormales parecidos a espasmos o sacudidas. Esta afección afecta significativamente a la postura, provocando movimientos irregulares de la cabeza y el cuello.

La distonía cervical representa una manifestación localizada de un trastorno neurológico más amplio conocido como distonía. Esta afección afecta principalmente a los músculos de la cabeza y el cuello, provocando contracturas involuntarias o activaciones musculares que dan lugar a diversas posturas anómalas.

Estas posturas pueden implicar torcer o girar el cuello, echar la cabeza hacia atrás, girarla hacia un lado, inclinarla hacia un lado o echarla hacia delante. La diversidad de estas manifestaciones pone de relieve la complejidad y variabilidad de la distonía cervical, y subraya la importancia de reconocer los síntomas y buscar atención médica oportuna y un diagnóstico precoz.

Distonía cervical Síntomas específicos:

Las personas pueden experimentar uno o varios de estos síntomas en distintos grados. Además, la intensidad de estos síntomas puede variar de un paciente a otro.

  1. Movimientos involuntarios y espasmos: Uno de los principales síntomas de la distonía cervical son los movimientos involuntarios del cuello, que van desde sutiles sacudidas hasta espasmos o sacudidas pronunciadas. La observación de estos movimientos suele ser el primer paso para identificar la enfermedad.
  2. Dolor y tensión en el cuello y los hombros: Los pacientes suelen experimentar dolor y tensión en las zonas afectadas, sobre todo en el cuello y los hombros, debido a las continuas contracciones musculares, que pueden provocar molestias y dolor crónico.
  3. Restricción del movimiento: Un indicador importante de la distonía cervical es la limitación de la amplitud de movimiento del cuello, lo que dificulta a los pacientes mover el cuello libremente y adoptar determinadas posturas.
  4. Temblores en el cuello: Los temblores en el cuello, caracterizados por sacudidas rítmicas e involuntarias, son otro síntoma distintivo de la distonía cervical, que contribuyen a la dificultad de mantener una posición estable de la cabeza.
  5. Tirón del cuello hacia la derecha o hacia la izquierda: La asimetría inherente a la distonía cervical suele provocar que la cabeza se desplace hacia un lado, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda. Esta desviación visible de la posición normal de la cabeza sirve como signo diagnóstico clave.

Tratamientos habituales de la distonía cervical

Las opciones de tratamiento de la distonía cervical varían y pueden incluir inyecciones de toxina botulínica, fisioterapia especializada a cargo de terapeutas formados en trastornos del movimiento, Neuro-rehabilitación basada en la neuroplasticidad, y en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. El diagnóstico y la intervención precoces desempeñan un papel crucial en el tratamiento de los síntomas y la mejora de la calidad de vida de las personas que padecen distonía cervical.

Desbloquear la esperanza: neurorrehabilitación para la distonía cervical

Como terapeutas, pueden desempeñar un papel fundamental en el viaje de las personas con distonía cervical reconociendo el potencial de recuperación y mejora a través de la neurorrehabilitación.

Si tiene un paciente afectado por distonía, estamos aquí para ayudarle