La conexión oculta entre la distonía y la salud intestinal: Lo que hay que saber

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Joaquin Farias PHD, MA, MS

Estudios recientes sugieren que la salud intestinal desempeña un papel importante en afecciones neurológicas como la distonía. Los desequilibrios en las bacterias intestinales, conocidos como disbiosis, pueden afectar a la producción de neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y el glutamato, que influyen en el estado de ánimo, el movimiento y la función cerebral. Este blog profundiza en la relación entre la disbiosis del microbioma intestinal y los síntomas de la distonía, explorando cómo la dieta, los probióticos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a gestionar esta conexión.

 

Introducción: El eje intestino-cerebro

Las pruebas científicas apoyan cada vez más lo que muchos pacientes sospechan desde hace tiempo: la salud intestinal desempeña un papel profundo en la función cerebral y la regulación del estado de ánimo. Este concepto, conocido como "eje intestino-cerebro", se refiere a la comunicación bidireccional entre el intestino y el sistema nervioso central. En varias afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple y los trastornos del espectro autista, los investigadores han observado alteraciones significativas en la microbiota intestinal que parecen influir en los síntomas.

Las bacterias intestinales producen neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), todos ellos vitales para regular el movimiento, el sueño, la cognición y el bienestar emocional. Además, los desequilibrios intestinales pueden provocar inflamación, aumento de la permeabilidad intestinal e incluso desregulación inmunitaria, lo que a su vez puede afectar al sistema nervioso.

Distonía y disbiosis intestinal

En mi práctica clínica, empecé a observar un patrón: muchos de mis pacientes con distonía también referían malestar gastrointestinal (GI). Para profundizar en este tema, realicé un estudio con 809 pacientes con distintos tipos de distonía para determinar cuántos de ellos presentaban también síntomas que indicaran una disbiosis intestinal.

Resultados del estudio: Malestar gastrointestinal en pacientes con distonía

Tipo de distonía Total de pacientes Pacientes que declaran molestias gastrointestinales Porcentaje con molestias gastrointestinales
Distonía cervical 436 205 47.0%
Blefaroespasmo 145 43 29.7%
Distonía oromandibular 86 41 47.7%
Distonía de la mano 61 27 44.3%
Distonía de las piernas 43 16 37.2%
Disfonía espasmódica 38 17 44.7%

Estos hallazgos sugieren un solapamiento significativo entre la distonía y los síntomas asociados a la disbiosis intestinal. Aunque la intensidad de los síntomas GI varía de un paciente a otro, la prevalencia justifica una exploración más profunda.

Microbioma intestinal y neurotransmisores: Los mensajeros químicos

Serotonina

Aproximadamente 90% de la serotonina se produce en el intestino. Este neurotransmisor regula el estado de ánimo, el sueño y los movimientos intestinales. Los desequilibrios de la flora intestinal pueden reducir los niveles de serotonina, lo que contribuye a los trastornos del estado de ánimo y del sueño y, posiblemente, a exacerbar los síntomas de la distonía.

Dopamina

La dopamina desempeña un papel clave en el control motor, y su desregulación está relacionada con trastornos del movimiento. Ciertas bacterias intestinales, como Lactobacillus y Bifidobacteriumse ha descubierto que influyen en la producción de dopamina y en la sensibilidad de los receptores.

Glutamato

Este neurotransmisor excitador interviene en el aprendizaje y la memoria pero, cuando no está regulado, puede causar neurotoxicidad. La disbiosis puede contribuir a alterar la señalización del glutamato, aumentando potencialmente los movimientos involuntarios y los síntomas motores.

Inflamación y SII

La inflamación intestinal crónica puede aumentar la permeabilidad ("intestino permeable"), lo que permite la entrada de sustancias nocivas en el torrente sanguíneo y desencadena una inflamación sistémica, incluso en el cerebro. Esto es especialmente relevante para las personas con síndrome del intestino irritable (SII), donde la inflamación y la alteración de la motilidad intestinal son comunes.

Disinergia y distonía abdominofrénica

En las personas con SII, una afección llamada disinergia abdominofrenica -en la que el diafragma y los músculos abdominales se contraen en oposición- puede exacerbar la hinchazón y la distensión abdominal. He observado que muchos de mis pacientes con distonía muestran signos de esta afección, lo que sugiere una relación entre la alteración de la función diafragmática y los síntomas gastrointestinales y neurológicos.

Cambios específicos en las bacterias de los pacientes con distonía

La literatura científica reciente aporta valiosos conocimientos sobre las alteraciones bacterianas específicas observadas en los pacientes con distonía:

Aumento de las especies aerotolerantes:

  • Blautia obeum en mayor abundancia (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: Blautia obeum interviene en la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que pueden afectar a la comunicación intestino-cerebro e influir potencialmente en la producción de serotonina.

  • Dorea longicatena se ha documentado con mayor frecuencia en pacientes con distonía (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: Dorea longicatena participa en la producción de butirato, que se ha relacionado con la regulación de la neuroinflamación y la síntesis de serotonina.

  • Eubacterium hallii se ha encontrado en mayores cantidades (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: Eubacterium hallii contribuye a la producción de butirato, un AGCC clave que influye en el eje intestino-cerebro y puede afectar a los niveles de dopamina.

  • Además, Ruminococcus torques aparece con mayor frecuencia en pacientes con distonía (PMC9916458).
    Función/Neurotransmisor: Ruminococcus torques está asociado a la producción de acetato, que interviene en procesos metabólicos que pueden influir en la función cerebral y la regulación de los neurotransmisores.

  • Dorea formicigenerans también aparece con mayor frecuencia en pacientes con distonía (PMC9916458).
    Función/Neurotransmisor: Dorea formicigenerans contribuye a la producción de butirato, que se ha demostrado que modula los niveles de serotonina y favorece la comunicación intestino-cerebro.

Disminución de especies beneficiosas:

  • Niveles más bajos de Bacteroides vulgatus se han documentado (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: El Bacteroides vulgatus interviene en la degradación de las fibras alimentarias y la producción de AGCC, incluido el butirato, que favorece la síntesis de serotonina y la salud intestinal.

  • Bacteroides plebeius ha mostrado una disminución en pacientes con distonía (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: Bacteroides plebeius contribuye a la producción de AGCC, en particular acetato y butirato, que influyen en la síntesis de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina.

  • Bacteroides eggerthii se ha encontrado en niveles más bajos en pacientes con distonía (PMID: 34346706).
    Función/Neurotransmisor: Bacteroides eggerthii favorece la producción de butirato y acetato, que son cruciales para modular la química cerebral, incluidos los niveles de serotonina.

  • Estas reducciones pueden alterar el metabolismo del triptófano, lo que podría afectar a la producción de serotonina y a la modulación inmunitaria.

Recomendaciones prácticas para controlar la distonía y la salud intestinal

Para tratar la distonía, es esencial adoptar un enfoque holístico que aborde tanto los aspectos neurológicos como los relacionados con la salud intestinal. Basándome en años de experiencia clínica, recomiendo trabajar con un equipo sanitario para incorporar estrategias que favorezcan la salud intestinal y alivien los síntomas.

Como parte de mi Programa de recuperación de la distonía, he colaborado con la nutricionista y farmacéutica Bonnie James para crear una completa clase de nutrición específicamente para pacientes con distonía. Este programa aborda cuestiones clave como la disbiosis del microbioma intestinal y su posible impacto en los síntomas neurológicos, ofreciendo recomendaciones personalizadas, soluciones prácticas y recetas diseñadas para favorecer la salud y el bienestar general.

Los pacientes de este programa reciben orientación sobre la gestión de la salud intestinal, la mejora de la digestión, la reducción de la inflamación y la incorporación de alimentos inocuos para el intestino que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la distonía. Este enfoque garantiza que las personas tengan acceso a un asesoramiento eficaz y práctico a medida que avanzan en su recuperación.

Incorporar probióticos, prebióticos, una dieta equilibrada, dormir bien, reducir el estrés y colaborar tanto con su médico como con su nutricionista son pasos cruciales para controlar su enfermedad. Te animo a explorar el Programa de Recuperación de la Distonía para obtener un enfoque más personalizado e integral para mejorar tu salud.

Conclusiones: Una nueva frontera en el tratamiento de la distonía

La conexión intestino-cerebro no es sólo teórica: es fisiológica y real. Mis investigaciones y mi experiencia clínica indican claramente que la salud intestinal desempeña un papel vital en la expresión y el tratamiento de la distonía. Comprender y tratar la disbiosis puede ofrecer una vía novedosa y complementaria para mejorar los resultados de los pacientes. Las investigaciones futuras nos ayudarán a perfeccionar estas intervenciones y a explorar todo el potencial de las terapias centradas en el microbioma para el tratamiento de la distonía.

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